Kelly Collins redefine el estándar del porno europeo

Si sigues el porno con cierta asiduidad, es probable que ya conozcas a Kelly Collins; y si no, ella es justo el tipo de actriz pornoque te hace preguntarte cómo no la habías descubierto antes. Esta belleza rusa tiene un cuerpo esbelto y tonificado, con curvas moderadas, abdominales marcados sutilmente y una pose elegante que hace que hasta los movimientos más simples parezcan cinematográficos. Su piel es suave como porcelana, sus pechos son modestos pero firmes, y su trasero es una obra maestra infravalorada: compacto, redondo y con una forma perfecta. A eso añádele su cabello tono miel y uno de los coños más sexis de la industria, y tienes a una mujer que domina la cámara con naturalidad. No es de extrañar que Julia Grandi y Vixen Media Group hayan confiado tanto en ella, sus casi 25 escenas hablan por sí solas. Pero con ese contrato aparentemente terminado y solo unas pocas escenas inéditas pendientes de estreno, el mundo del porno está ávido de más. Ha aparecido en otros sitios —WowGirls, colaboraciones con Sybil A—, pero este es el momento perfecto para algo más grande. Los estudios estadounidenses tienen una larga tradición de importar estrellas europeas para breves pero inolvidables participaciones, y Kelly merece ese trato sin duda. Imaginemos su elegancia y energía sexual combinados con el estilo rudo y vistoso de JulesJordan, o bien, contemplarla bajo la lente de Deeper. Y es que es de esas actrices que hacen afición a primera vista.