Chloe Rose llegó a FTV como quien llega al pecado por primera vez. Es decir, recién cumplidos los 18, con cara de niña buena, cuerpo de animadora flexible y una energía que parece alimentada a base de batidos y ganas de hacer travesuras. La rubia venía fresquita y novata del instituto y ya estaba aprendiendo más sobre su coño en una tarde que muchos en toda su vida. Su debut fue en un resort junto al lago, vestida con un modelito que deja claro que las bragas y el sujetador no son parte de su filosofía. Levanta el vestido, enseña lo justo para ponerte a sudar y se va al balcón a tocarse con un vibrador rosa que combina a la perfección con sus labios igual de rosados. Y sí, se le ve todo. Y vaya examen: su primer orgasmo real en cámara, con contracciones visibles, temblor de piernas y un juguete rosa que se le queda agarrado como si no quisiera irse.
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