Entre rodajes hechos a medida en la sucursal Milfy de Vixen Media Group, Christy Canyon ha sacado tiempo para acudir al picadero del trípode humano Dredd. Allí ha mostrado sus melones maduros y le ha intentado hacer una limpieza de bajos al famoso rastafari afro. Decimos que lo ha intentado, puesto que una chica se meta semejante pollón en la boca más allá del glande corre el riesgo de rajarse la comisura de los labios, y convertirse así en la nueva Joker. No ha habido penetración vaginal, ni mucho menos anal (sí hay beso negro), pero a la señora Canyon se le perdona que no esté siempre para estos trotes. Recordemos que la esta célebre tetona tiene 58 tacos y en el año 1984 ya andaba con esto de los coitos filmados. No obstante, en otra visita sí que alojó el enorme falo de Dredd en su vagina.
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