PussyFer
La historia de Charli Phoenix empieza en la conservadora región Bible Belt, donde ella y su difunto marido disfrutaban de festines sexuales en medio de un entorno religiosos. «Él elegía a las chicas… Mentira, era yo, porque con 22 años era una mandona de cojones», confiesa. Pero cosas del destino, el marido se fue al otro barrio. ¿Su reacción? Gastarse la pasta del seguro en un nuevo cuerpo y pirarse a Arizona como si llevara los demonios en el culo. Allí se lió solo con tías, pero pronto se dio cuenta de que las mujeres son «bonitas de mirar, pero jodidas de aguantar». Así que, por descarte, acabó en OnlyFans. Por otro lado, Charli tiene un problema,su ano es muy delicado. Tras una operación de hemorroides, ahora tiene el ojete como zona catastrófica. «Si me lo meten y sangro en un rodaje, sería un drama», dice. ¿Solución? Botox anal para relajar el músculo. Sí, has leído bien, ¡Botox en el culo! Como si fuera un lifting vaginal, pero en versión «por aquí no entra ni Dios».
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