El coño ilustrado y peludo de Lilly Bell

Lilly Bell empezó bailando en clubes de Portland y calentando pantallas en shows de camweb, pero ya entonces sabía que su destino estaba en las grandes ligas. Todo estalló cuando vio el documental Hot Girls Wanted: Turned On, y en lugar de asustarse por la versión distorsionada del negocio, le encendió la chispa definitiva.

Se inició en el mundillo al mismo tiempo que Laney Grey; dejaron a sus novios, y firmaron el mismo día con una agencia. Lilly empezó suave, con escenas lésbicas y en solitario, pero cuando se lanzó al boy/girl en 2019, no hubo vuelta atrás. Su objetivo era por entonces protagonizar una escena con Kimmy Granger, y lo logró.

Tiene tatuajes con historia: un acordeón en honor a su abuelo, que sobrevivió a Buchenwald tocando para los nazis; un vino aferrado con puño firme por su abuela; árboles que representan sus raíces en Oregón y su vida en Los Ángeles. Aunuqe tiene muy claro cuál es su marca más personal: el corazoncito en el culo. Dice tener el privilegio de haber conocido a leyendas como Christy Canyon, y sabe que sin ellas, ella no estaría aquí filmando escenas candentes para Brazzers o Blacked.

También comenta que adora el gonzo, que en sus escenas le gusta pasarlo bien, sudar, correrse y que se note.Este verano viene con más sin desbrozar su buen matojo púbico ni aplacar su apetito sexual: Dorcel, Adult Time y una historia de terror erótico junto a Penny Barber.