Suponemos que, dada su innegable belleza, la japonesa Emiri Momota podría disfrutar de mucha más popularidad en la industria del porno norteamericana y, por ende, a nivel internacional, aunque parece ser que en su país natal sí que goza de un reconocimiento significativo. Pero el caso es que no es que se prodigue demasiado en los sets de rodaje ni es precisamente una de la estarlets más atrevidas en materia sexual. De hecho, en su filmografía XXX abundan las escenas en solitario, así como escenas convencionales de chico y chica, pero todas con un aroma más bien sosegado propio del porno glamcore y softcore. Esa moderación en los sets de rodaje no le ha permitido impulsar su carrera como se suponía cuando comenzó en este mundillo en 2022, pues estamos ante una de las asiáticas más hermosas de los últimos tiempos, con unas exquisitas tetas naturales que podrían estar en los primeros puestos de cualquier ranking. Sus limitaciones en el ámbito sexual se evidencian en esta escena con Danny D, cuyo manubrio se interna en la vagina de la japonesa con la máxima prudencia, sin penetrarla completamente en ningún momento.
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