in

¿Qué es el Glory Hole? El fetiche de meter el pene en un agujero de la pared para ser felado

Twitter Telegram Whatsapp

A los que os motiva el sexo con extraños estaréis al tanto de la conocida e intrigante práctica fetichista Glory Hole, una morbosa forma de tener sexo oral con desconocidos sin que te vean el rostro. Puede que seas feo, que quieras mantener el anonimato o simplemente te da vergüenza que te vean, el caso es que el morbo de ser felado a través de un agujero de una pared (por parte de otra persona anónima desde el otro) fue en su día una sofisticada moda social que podías llevarla a cabo en cualquier baño público. Ya sea en los servicios de un bar, oficinas, universidad o lugar de encuentro social. Como lo oís.

Hoy en día, esta atrevida forma de tener sexo oral está tan estigmatizada socialmente que apenas hay locales de intercambio y cabinas de sex shops que ofrezcan este tipo de felaciones. Pero hubo una gloriosa época en la que la libertad sexual estaba por encima de las leyes y el miedo al VIH. Unos años donde te ofrecían sexo por diversión sin preservativo de por medio y sin preocuparse demasiado por el riesgo a contraer enfermedades venéreas. Benditos años 70 y 80.

De hecho, la práctica del Glory Hole se remonta a la Inglaterra victoriana del siglo XVIII, en los baños de una taberna del Londres de 1707, para ser más exactos. Una fecha en la que se documenta por escrito el primer Glory Hole de la historia de la humanidad. A saber de qué mente sucia y perversa salió esta depravada idea que caló en lo más profundo de la sexualidad. Sea como sea, nos imaginamos a un maloliente marinero sacando su miembro viril a través de un boquete forrado de tela y se nos quitan las ganas de experimentar en este tipo de lugares escondidos. Ni si quiera como mirones (voyeurs).

Dicen que, en un principio, la idea se originó en la comunidad homosexual para evitar problemas con las autoridades, pero poco a poco se fue convirtiendo en un fenómeno de masas y en una herramienta para romper el hielo en fiestas y eventos. Casi como empolvarse la nariz con cocaína en la discoteca de moda de los años 90. Y de la misma manera, la popularidad de esta práctica en la sociedad comenzó a desvanecerse cuando la enfermedad del VIH/SIDA asoló el vicio de la cultura gay.

La pornografía moderna ha representado la práctica del Glory Hole en numerosas ocasiones. Incluso existen estudios que se han especializado en mantener relaciones sexuales únicamente a través de agujeros en tabiques. Por ejemplo, ahí tenemos Dogfart Network y su famoso videoclub donde las actrices ven vídeos en una televisión mientras que están encerradas en una habitación con agujeros en cada pared. Toda una experiencia fetichista solo apta para los que confién ciegamente en la persona que está al otro lado. También vale si estás borracho, después de todo, cuando te chupan la polla siempre puedes echar a volar la imaginación. Forma parte del erótico misterio del Glory Hole.