Nació en Alabama, tiene 19 años, los ojos azules y solo le falta un poco de acné para parecer una verdadera colegiala, pues mide poco más de metro y medio y aún conserva su rostro de adolescente. Ahora bien, sus bajos se ven bien maduros en primer plano, y desde hace apenas tres meses se pasea regularmente por los sets de rodaje para que le propinen el correspondiente correctivo, explotando de ese modo su imagen de teen proclive al fornicación constante. Se llama Becky Summer y tiene un pedazo de coño que, sin duda, Hannibal Lecter no dudaría en comérselo crudo, acompañado con habas y un buen Chianti, «sssslurp”.
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