La carrera de Sahara Skye despegó bastante mal en 2019 debido a un nombre artístico fatalmente elegido: Charley Chaplin, un guiño cinéfilo que, en términos de visibilidad en la red, fue nefasto. De hecho, la guapa californiana confiesa que buscó su primera escena en Google (Charley Chaplin Backroom Casting) y le fue imposible encontrarla. Evidentemente, los algoritmos le jugaron una mala pasada con tal pseudónimo, por no hablar de los descendientes del mítico actor, que podrían puesto el grito en el cielo. Pero todo no queda ahí, luego pasó a llamarse Belle O’Hara, pero una actriz británica desconocida ya había adoptado ese nombre. Así que, finalmente, adoptó su nombre actual, demostrando a sus 28 años que las rubias con pechos bonitos jamás pasan de moda, y en el porno menos. Vean sus preciosos atributos mamarios.
Loading…