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Summer Cline: de dependienta a Spiegler Girl en tiempo récord

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Hasta hace nada, Summer Cline se pasaba las horas doblando camisetas y rezando para llegar a fin de mes. Todo cambió en una despedida de soltera, cuando una amiga le soltó una frase mágica: “¿Sabías que puedes vender tu ropa interior usada por Internet?”. Ni corta ni perezosa, esa noche vendió su primer par por 100 dólares y descubrió que el retail convencional no era precisamente su destino. De ahí pasó a probar más vías para lucrarse cn el contenido para adultos; esto es, fotos anónimas, sesiones por Skype, OnlyFans… Y ahora, con menos de diez escenas grabadas, acaba de fichar por Spiegler Girls, la agencia más codiciada del porno pro. En sus primeras escenas, esta chica de Chicago sudó la gota gorda. Ansiedad, temblores, dudas existencial y una experiencia anal que parece que no quieres repetir ni aunque le paguen en oro. Pero el resultado gustó tanto que su nombre empezó a circular entre los directores. En un mes, ya tiene la agenda llena hasta noviembre, y el coño, por consiguiente.