A nuestro juicio, ni tres millones de filtros en Instagram, cifra que casi coincide con el número de “mongollowers” que tiene en dicha plataforma, le quitan la cara de imbécil con pocas luces que tiene la venezolana Vanessa Bohórquez, que ni tan siquiera sus entendederas le dan para escribir correctamente su apellido. En fin, estamos de nuevo ante la superficialidad personificada, encarnada por una tipa multioperada y con dos criaturas de sus entrañas viviendo bajo su cobijo, de las que nos compadecemos y a las que mostramos nuestra solidaridad. Entrar en su puto Instagram es ver tropecientas mil fotos de Vanessa posando hasta el hastío: a veces con filtros que hacen que la cintura de esta mujer que ha parido a dos retoños mengüe hasta caber en el ojal de un aguja. Todo muy creíble. ¿Para cuándo el Armagedón? Ya esta tardando. Por cierto, incluir a esta lerdoameba posando sería más empacho aún, por lo que la publicamos follando, pues la chica también le da al mete y saca en OnlyFans.
Loading…