En lo que llevamos de año Charlotte Sartre ha grabado un montón de escenas donde la sumisión era requisito indispensable. Dar rienda suelta a esta fierecilla puede ser un peligro para las productoras cuyos límites estén encorsetados por exigencias de sus fans. Esta es la razón por la que esta amante de la cerdería fina se mete en vereda; para protagonizar un porno más elitista. Y es que en Tushy no están acostumbrados a los extremismos sexuales de la starlet y prefieren mostrarla en una tesitura más políticamente correcta. Aun así, ni siquiera ellos especializados en el sexo anal son capaces de domarla y no abandona su característica estética gótica ni para meterse en el papel de una estudiante aplicada con los libros que recibe un estricto correctivo por parte de su tutor.
in Sodomía