Gabriela Andrada, una madrileña del 99 que está pegando fuerte en el mundo del cine y las series, es una de esas chicas que prácticamente lo aúna todo: talento, belleza y una personalidad bien marcada. Hija de la presentadora Minerva Piquero y del economista Juan Mario Andrada, la chica viene de buena cuna, pero no se ha dormido en los laureles. Desde pequeña supo que quería ser actriz, y aquí está, dándolo todo en la gran pantalla y la tele.
Se sacó el bachillerato de artes mientras daba clases particulares para ganarse un dinerillo. Sí, clases particulares, que es donde viene la anécdota que dejó a todos con la boca abierta en La Revuelta. Resulta que, mientras intentaba enseñar a un chaval la asignatura con la que flaqueaba, decidió que era el momento perfecto para hacerse un pajote. Y es que sus alumnos, afirmó, “estaban muy salidos”, aunque está claro que Gabriela era conscientes que su belleza y sus feromonas influían en gran medida en que los chicos se la machacaran como un mono.
No todo son anécdotas un tanto grotescas en la vida de Gabriela. La chica ha trabajado duro para llegar donde está. Estudió Cinematografía y Artes Audiovisuales en TAI, con mención en guion, y se ha formado en interpretación. Y esta preparación le ha servido porque ya ha dejado huella en series como Sequía, Los Protegidos: ADN (donde hizo de Babi) y Herederos de la Tierra, la serie de Netflix que tuvo una gran acogida. Además, en el cine ha demostrado que no es solo un rostro bonito. En 2024, se marcó un doblete con Culpa tuya y Pídeme lo que quieras, adaptación de la novela de Megan Maxwell, donde interpretó a Judith Flores, su papel más importante hasta la fecha. Y en 2025 volverá a ponerse en la piel de Sofía en Culpa nuestra.
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