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Jamie Lee Curtis follando en su película prohibida «Letters Movie» (1983)

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Los más curtiditos recordaran sus primeras pajas con una actriz americana que hizo las delicias de los amantes de las películas VHS. Se trata de Jamie Lee Curtis, una mujer con un handicap andrógino más que evidente pero que no le supuso un óbice para convertirse en el mito sexual de finales de los 80 y principios de los 90. Su secreto no fue otro que tener un privilegiado físico y unas domingas perfectas en una época donde no existía la cirugía a granel. De hecho, todos vimos las maravillosas tetas de Jamie Lee Curtis en la comedia «Entre Pillos Anda el Juego» junto con Dan Aykroyd y Eddie Murphy. Sin olvidar su papel estelar en «Un pez llamado Wanda», película icónica de los 80.

Pero ver a Jamie Lee Curtis como una famosas follando solo sucede en «Love Letters», una película de 1984 que la actriz trató de ocultar en su filmografía por vergüenza.

El striptease de Jamie Lee Curtis en «Mentiras Arriesgadas» (1994)

Para los más jovencillos (treinta y tantos) seguro que la recordaréis en su papel de la mujer del musculado actor Arnold Schwarzenegger en la película «Mentiras Arriesgadas», cuando le hace un provocador estriptís a su marido en la habitación del hotel. La escena pasó a los anales de la historia del cine por la sensualidad desbordante de Jamie.

Los desnudos de Jamie Lee Curtis

A lo largo de su carrera, la hija del afamado actor Toni Curtis siempre ha protagonizado escenas de alta carga sexual aprovechando el tirón de bomba sexual y dándole una merecida reputación por atraer a la audiencia masculina.

No tenía pudor enseñando sus pechos al descubierto o en fingir escenas de sexo que rozaban la violación como hizo en el sastre de Panamá con Pierce Brosnan.

En «Mother’s Boys», «Blue Steele», se le ven sus preciosos pechos y en «Perfect», junto a John Travolta, realiza una soberbia sesión de aeróbic sexual que dejó a toda América estupefacta.

Y a continuación algunas de sus muestras eróticas fotográficas en el cine. Con un cuerpo así, sería un pecado no lucirlo delante de la cámara.