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Nikki Tyler, la pornostar que popularizó las corridas de semen

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Nacida y criada en la Bahía de San Francisco, Nikki Tyler (Nicole Madison) es quizás una de las starlets contratadas más conocidas del mítico estudio Vivid, habiendo protagonizado más de 100 películas a lo largo de los noventa y principios de los 2000. Sin olvidarnos de que es conocida por su relación sentimental fuera de la pantalla con la legendaria pornostar Jenna Jameson, idilio que duró varios años. Estudió psicología clínica en la Universidad de Santa Bárbara, pero lo que realmente le gustaba era ganar dinero modelando para revistas de bikini e incluso haciendo desnudos eróticos.

De esta manera Nikki apareció en más de 100 revistas para hombres, una hazaña que llamó la atención de la todopoderosa Penthouse, que no tardaron en convertirla en la mascota del mes en la edición de diciembre de 1995. Ante semejante éxito con sus posados, Tyler descuido sus estudios en la Universidad y abandonó su carrera para convertirse en maquilladora profesional, su futuro nexo con el cine X, y el principio de una historia de éxito en el porno vintage de los años 90.

Y es que la introducción de Nikki al porno se produjo mientras trabajaba como maquilladora para la mítica productora Vivid. Fue en esos inicios de la época, donde la curiosidad de Nikki alcanzó su punto máximo admirando a celebridades como Janine, Christy Canyon o Racquel Darrian, y aunque no creía que fuera lo suficientemente atractiva como para ser una estrella de contrato, preguntó si podía actuar en alguna película lésbica. El resto es historia

De esta manera, después de debutar en el cine X protagonizando la escena softcore de «Virtual Reality 69» con Janne Jameson, su amante y compañera de piso en la vida real), la fama de Nikki subió como la espuma y pronto decidió aumentar su popularidad poniéndose implantes mamarios, que era la máxima moda del momento y el fiel reflejo perfecto de lo que debía ser una tetona de los años 90.

Con su transformación física completada, Tyler comenzó a trabajar con talentos masculinos de renombre como Rocco Siffredi y Bobbi Vitale en «Nikki Loves Rocco» (1996), con quien también tuvo una relación sentimental fuera de la pantalla y grabo su primera escena anal. Fue la época donde eclipsó a toda una generación con el sexo virtual de Digital Playground y haciéndose extremadamente popular con sus mamadas desenfrenadas.

Después de dejar Vivid en 1996, tras el lanzamiento de su última película «Bobby Sox» (1996), su reputación la siguió hasta Metro, donde continuó protagonizando escenas de éxito como la versión porno de «American Pie» (1995), «Carnal Instincts» (1998) e incluso la saga de «Amazing Sex Talk» (1998), serie pornográfica en formato de video musical con cada escena dirigida por alguien diferente. Sin olvidarnos de su otra colaboración con Jenna Jameson en «Hell on Heels» (1999) y la aclamada Where the Boys Aren’t 8 y 9 (1997).

Pero lo que muchos consideran como una de sus escenas más memorables fue la secuencia de corrida en la cara con Peter North, el capítulo Nº 6 de «Amazing Sex Talk 1» (1998), un encuentro de alto voltaje que pasó a la historia por dejar para la posteridad una de las escenas de corridas en la cara más espectaculares jamás vista.

Después de 11 años trabajando (1992-2003) Nikki Tyler se retiró oficialmente de la industria de adultos con 100 títulos en su filmografía. Una cifra demasiado baja para una estrella que era capaz de eclipsar a artistas estadounidenses tan populares como Jenteal, Jeanna Fine, Celeste o Ashlyn Gere.