El episodio número cuatro de Deadly Vows corrobora lo brillante que ha estado Ryan Reid en este serial pornográfico de Digital Plauyground. De hecho, se preparó durante meses y se volcó por completo en el papel. He aquí la trama de este capítulo: con el novio huyendo como un cobarde, la novia a lo suyo y los invitados KO, Sarah (Ryan Reid) se queda sola frente a los tres guardaespaldas cachas (Isiah Maxwell, Damon Dice y Mazee), escondidos en un trastero. Lo cierto es que ya está fundida, pero aún le queda gasolina para dar guerra, aunque lo que busca es que la revienten a pollazos. Y claro está, los muchachotes no se lo piensan dos veces y gangbang que te crío, cada agujero ocupado y lefa a mansalva para dejarla cargada como una batería nueva. Cuando termina de ordeñarles hasta la última gota, Sarah sale del cuarto empoderada, chorreando y lista para cobrarse la venganza como una auténtica diosa cachonda.
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