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Britney Amber: un maniquí de tetas plásticas

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Estaba comprobando los años en activo que tiene la pornostar Britney Amber y me he dado cuenta de que su caché ha subido como la espuma a medida que adaptaba su cuerpo a un territorio donde las maduras juegan a sus anchas. La predisposición hacia lo artificial está más que clara y su transformación se ha completado personificando a una de las tetonas más fácilmente reconocibles en el porno por sus peculiares implantes que se quedan fijos al pecho mientras que el resto de su seno natural es el que se mueve, como si los tuviera pegados a los pulmones con pegamento. De ahí que no sea casualidad que esta poseedora de un cuerpo que no es de este mundo interprete a un maniquí de plástico que nos recuerda aquella mítica película de 1987 llamada «Maniquí» cuya banda sonora todos conocemos.