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Katrina Jade debuta en Blacked por la puerta grande

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Después de varios años dominando la meseta del porno y habiendo sido candidata a multitud de premios, a Katrina Jade por fin se le han abierto las puertas del reino de Greg Lansky para marcarse un interracial de altura en Blacked. Un territorio que tenía vedado por el rechazo estético que suponían sus entintados corporales —sobre todo su agresivo tatuaje en la sien— con la refinada puesta en escena del realizador francés. El motivo de esta excepción de la regla no responde a motivos de belleza excelsa como fue el caso de la rusa Liya Silver (un precedente que sentó las bases para incluir a elegantes damas de físicos pluscuamperfectos a pesar de tener el pecho tatuado), sino porque la popularidad y fama de Katrina han alcanzado cotas tan altas que no ha habido más remedio que doblegar estas normas pornográficas anacrónicas.