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Luna Oliveira, el brutal culo brasileño inexplorado internacionalmente

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A pesar de que la retirada pornostar Jessie Rogers dejó el listón altísimo para todas las brasileñas que quisieran entrar en la industria, de vez en cuando se suele escapar talento de Brasil digno de mencionar. Luna Oliveira (28 años) es una de estas fierecillas brasileñas salidas del país de la samba que nos ha llamado poderosamente la atención por provocar taquicardias, fiebres y mareos entre los pornólogos. Fijaos en el apabullante tren inferior que posee, sus impresionantes curvas traseras y caderas imposibles. Un culo de dimensiones cataclísmicas que no tiene nada que envidiar al de otras paisanas suyas como Elisa Sanches y Monica Santhiago.

Luna roza con los dedos el concepto de diosa latinoamericana si el valor se midiera por centímetros de retaguardia, y ha llevado al estudio de Brad Montana —el baluarte pornográfico carioca más conocido internacionalmente— a rodar a destajo día y noche con la totalidad de su cuerpo. Un despiadado bombardeo de pollas al que se somete voluntariamente por vicio y por el que ganó el título de Miss Brasileirinhas (como un ángel de Vixen).

Nosotros no nos atrevemos a insinuar que pandero es el mejor del país, pero viendo la la morfología de este producto nacional inexplorado fuera de sus fronteras si que afirmamos tajantemente que no desentona en absoluto con el poderío brasileirao. Ya sabéis, esas nalgas con denominación de origen latinoamericano, perfectamente esculpidas, que hacen que el género del triple equis de aquellas latitudes sea único y exótico.