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Mea Melone humillando a los perdedores

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Hace un lustro a la starlet checa Mea Melone se le ocurrió la disparatada iniciativa de porno extravagante de invitar a sus fans a un set de rodaje para poner a prueba su rendimiento sexual. La serie se llamó (y sigue llamándose) «Challenge Mea» y a lo largo de estos años han pasado multitud de aspirantes que querían probar como es eso de follarse a una pornostar de carne y hueso. Hasta aquí todo bien, pero el pequeño matiz que convierte esta iniciativa en un desafío para la masculinidad del hombre es el trato humillatorio que Mea propicia a los postulantes, cuyo único fin es poner en entredicho esa gran capacidad coital que suponen tener.

La pornostar con su mirada penetrante a lo Eva Green, su apabullante estatus de confianza y su más que clara intención de ridiculizar, destila una personalidad intimidante que frustra el atrevimiento sexual de los zagales. Aquello se convierte en una procesión de decepciones sexuales, gatillazos y eyaculaciones precoces por culpa de su poderío que es capaz de achantar al más machote. Después de ver este repertorio de escenas que dan vergüenza ajena es cuando nos damos cuenta que el porno no es fácil para los hombres.