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Los orígenes de la adicción a la silicona de Amber Alena

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Con apenas once escenas porno en su súbita filmografía, Amber Alena es el prototipo de mujer de atracción de feria cuyas bondades anatómicas han sido creadas exclusivamente para el entretenimiento del público pechófilo. Sus tetas tan gigantescas como grotescas se nos antojan que deben tener escondidas una válvula de aire para hincharlas cual colchoneta de playa y aunque ejerza un total control de la situación en sus trabajos sexuales —nos dejó maravillados haciendo una ducha romana en Hookup Hotshot— no se puede quitar el sambenito de ser una de las tetonas más demandadas en el circuito americano. Para saber más de esta pornostar de tallas de busto XXL habrá que buscar en sus orígenes, cuando la agencia Hussie Models fichó por su propuesta con extra de silicona y la exhibió en su lanzadera Hussie Pass.