Enzo Gelman
Ahora que ya es un trágico suceso (auguramos funestos cambios en el cuerpo de Abella Danger hará cosa de dos meses) podemos echarle la culpa al maldito estereotipo de belleza americano. La explicación es que por una cláusula del contrato firmado en exclusiva con el estudio Brazzers se le ha exigido que pierda unos kilos y al estar más delgada ha perdido bastante atractivo culófilo. Sus piernas y nalgas más flacas mataron un poco su particular encanto —su cara no cuenta porque esta narizotas judía nunca fue muy agraciada. Por no mencionar el desperdicio de talento de ser exclusiva de ZZ, una productora a la sombra de lo que fue, de capa caída, bastante aburrida, monótona, donde ya se sabe que van a filmar, que esperar y que nunca sorprende.
A pesar de todo siempre que Abella hace uso de sus tremebundas posaderas se nos para la polla y atrofian los testículos. Sigue teniendo un impresionante culo tipo fitness, una delicia para los hombres que ostenta el mismo nivel de otras culonas míticas como Naomi Russell, Jada Stevens, Mia Malkova o Alexis Texas.
